El perro es uno de los animales al cual se le da  mucha importancia en nuestras culturas, siendo motivo de alegría y ayuda para mucha gente, sin embargo pocas situaciones producen mayor ansiedad en el hogar cuando un niño es atacado y mordido por un perro.

Las lesiones ocasionadas por mordeduras de perros a seres humanos  constituyen una endemia en la sociedad actual.

Los perros se ven implicados en más del 80% de las mordeduras producidas por mamíferos, los gatos en 5-18% y en menor proporción se reportan por otros animales.

La edad más frecuente de este tipo de accidente está comprendida entre seis y ocho años, siendo los varones los más afectados. Los niños son comúnmente más atacados, siendo las áreas corporales más afectadas la cara y el cuello. La mayoría de las lesiones son causadas por animales domésticos relacionados con la víctima (mascota propia o de alguien conocido). Aproximadamente el 65 % de los accidentes ocurren en casa y 35 % en lugares públicos.

La complicación más frecuente (5-10%) es la infección local de la herida, que puede complicarse con sepsis, artritis séptica, osteomielitis, tenosinovitis, meningitis o endoftalmitis. La mortalidad por mordeduras de perro es muy baja. Otras complicaciones no infecciosas, pero no menos importantes son fracturas, lesiones funcionales, estrés psicológico y el desfiguramiento por las heridas en el rostro.

No debe olvidarse de la  posibilidad de la infección por el virus de la rabia, cuya tasa de fatalidad una vez que se presentan los síntomas es del 100%, como tampoco la posibilidad de infección porClostridium tetani.

En consenso con la mayoría de los Autores que abordan este tema, podemos resumir algunas consideraciones respecto al Perro:

  • 8 de cada 10 perros conoce a la víctima por ser de la familia o vecino
  • La mayoría supera el año de edad
  • >80 % de las mordeduras son producidas por machos
  • 1 de cada 3 tiene antecedentes de haber mordido previamente
  • La mayoría de las víctimas no provocaron el ataque del perro, ejemplo de esto son los ataques a neonatos
  • Las lesiones más frecuentes son provocadas por perros de gran porte, aunque ocurren accidentes provocados por perros pequeños, ejemplo de ello han sido una muerte que se produjo en España de un niño de tres años por las dentelladas que le produjo un Cocker
  • El problema de agresividad se ha asociado con conductas de dominancia territorial, predisposición genética, socialización, supervisión, entrenamiento y maltrato
  • Es muy escaso el porcentaje de perros callejeros que producen este tipo de accidente

Se pueden clasificar las razas de perros según su agresividad:

a)    Agresivos: Pit bull, Pastor Alemán, Cocker Spaniel, Chow-Chow, Doberman, Rottweiler, Husky Siberiano.

b)    Menos agresivos o perros familiares: Bóxer, Dálmata, Labrador, Goldeen Retriever.

Existen otros Autores que argumentan que no es razonable catalogar a determinadas razas como agresivas y aplicar sobre ellas una ley que las controle, cuando el  problema no es exclusivo de la raza, sino la presencia de perros en manos de personas irresponsables.

Entre los objetivos más importantes de una intervención médica adecuada e inmediata es evitar que ocurran las complicaciones.

Los organismos que causan infección en una herida por mordedura de animal provienen en su mayoría de la flora bacteriana habitual de la boca, los cuales se inoculan a los tejidos profundos por sus dientes, contribuyendo muy poco los microorganismos presentes en la piel y superficies mucosas de la víctima.

Sólo el 5 al 10 % de las heridas por mordeduras de perro se infectan. El tratamiento con antibióticos profilácticos por 3-7 días es apropiado para las mordeduras con bajo riesgo de infección y para las heridas superficiales.

Para las mordeduras de perros que se encuentran infectadas en las primeras horas luego del ataque el tratamiento es empírico, se recomienda como antibióticos de elección para terapia oral o parenteral,  penicilinas semisintéticas asociadas a inhibidores de beta-lactamasa (amoxicilina-ácido clavulánico o ampicilina-sulbactam). Como alternativa se recomienda el empleo de penicilina V por vía oral. Para pacientes alérgicos a la penicilinas se pueden utilizar como alternativas: Doxiciclina y Clindamicina.

Ocasionalmente el paciente necesita ser hospitalizado, aproximadamente en un 4 % de los casos. Entre los criterios de hospitalización tenemos: síntomas y signos de infección, fiebre y/o escalofríos, rápida aparición de la celulitis, destrucción significante de tejido y lesiones que involucren: hueso, articulaciones tendón o nervios.

Entre las complicaciones infecciosas la rabia es la más preocupante, ya que una vez que se presentan los síntomas su mortalidad es del 100%. Sin embargo, el período relativamente largo de incubación permite que la terapia de post-exposición sea eficaz si se hace correctamente.

El 94 % de los casos de rabia animal la sufre el perro, siendo este el responsable de la transmisión de casi todos los casos de rabia humana.

El período de incubación es muy variable desde 9 días hasta 7 años, con un máximo pico entre los 30-60 días.

Ante una mordedura por perro es importante saber si el animal es doméstico, desconocido, estado de vacunación del animal, si el ataque fue provocado, seguimiento del animal por 10 días, estado clínico del animal en el momento del ataque, si el perro se torna enfermo es imperativo su sacrificio para  el examen del cerebro. Las dos principales pruebas son: Búsqueda de Cuerpos de Negri (inclusiones citoplasmáticas producidos por el virus en las células del cerebro) y el ELISA que busca la presencia de anticuerpos a la rabia en el tejido enviado.

El conocimiento de la epidemiología local es esencial para el Médico que contempla la posibilidad de tratamiento.

Hay que sospechar que un perro está rabioso cuando presenta excitación alternada con depresión, inquietud, hidrofobia, tendencia a aislarse, dificultad para tragar, parálisis, convulsión y alteración en el ladrido.

Otra de las complicaciones aunque poco frecuente es el  Tétano, la cual es una enfermedad toxémica aguda causada por una exotoxina soluble del Clostridium tetani. En este tipo de herida existe el riesgo de infección, ya que es un habitante de la boca del perro, y la inmunoprofilaxis depende del estado de vacunación  de la víctima.

Entre las complicaciones no infecciosas los cuadros reactivos post-traumático ocurre en aproximadamente 50% de los atacados, la mayoría de los síntomas ocurren entre los 2-9 meses posterior al evento y se manifiestan como: intranquilidad, se rehúsan a estar solos, poco interés en las actividades del Colegio, agresividad, despertares nocturnos, etc. Por lo que se recomienda que toda víctima sea evaluada por un Psicólogo.  

CONCLUSIONES

 – Las mordeduras de perro en niños se producen con mayor frecuencia en varones con edades comprendidas entre 2-6 años y afectan principalmente la cara

– Se mantienen las penicilinas semisintéticas asociadas a inhibidores de Beta-lactamasa  como el antibiótico de elección

– Cualquier perro independientemente de la raza o el tamaño, en manos de un propietario irresponsable puede catalogarse como potencialmente peligroso

– Todo paciente que desconozca su estado previo de vacunación contra el tétano, debe vacunarse

– En la zona Metropolitana de Caracas (Venezuela) toda persona que sea mordido por un perro que presente: (inmunización para la rabia incompleta, callejero o que no tenga la posibilidad de ser vigilado en forma estricta durante 10 días), debe recibir vacuna antirrábica. Si el perro fuese sospechoso de padecer rabia debe indicarse complementario a la vacuna activa, inmunoglobulina.

RECOMENDACIONES

– Deben ser educados tanto los dueños de perros como el perro

– Todos los niños atacados por perro deben ser valorados por el servicio de Psicopediatría

– Todos los perros independientes del tamaño, deben ser paseados con cadena

– Si un perro gruñe o actúa de manera agresiva hacia usted o sus hijos, no griten ni traten de correr, esto puede provocar en los perros el instinto de caza

– Es necesario que aquellas razas de perros que se consideren peligrosas tengan sus bozales puestos, aunque  es controversial, ya que hay autores que refieren que estas acciones aumenta su agresividad

– La mejor protección contra la rabia consiste en que la gente vacune sus animales domésticos contra la rabia, a la vez que cualquier perro o gato callejero sean vacunados por las autoridades municipales

– Los veterinarios, gente que trabaja con la fauna, personal de laboratorio que trabaje con el virus de la rabia deben recibir vacuna pre-exposición

–  Incrementar las campañas de vacunación

– Nunca deje a los niños solo con los perros, ya que el riesgo de ser mordido  siempre esta presente.

–  No acariciar perros extraños, ni separar a perros que se pelean

– Perros con historias previas de agresión no son considerados adecuados para familias que tengan niños

– El veterinario debe sugerir la castración de los machos si la agresividad tiene un componente sexual

–  No molestar a los perros que estén comiendo, durmiendo o cuidando a sus cachorros

–  No se acerque a cualquier perro que se sienta amenazado, porque es capaz de morder

–  En familias con niños pequeños la escogencia de los perros debe hacerse con mayor cautela

–  Si desea adquirir un perro para su hogar hágalo entre las 3-12 semanas de vida del cachorro, momento en el que hay mayor sensibilidad a la socialización y a las primeras conductas de relación y exploración. Haga una adecuada escogencia asesorada por el veterinario y el Pediatra

– Las leyes deberían responsabilizar a los dueños de los perros por sus acciones

– Las escuelas de Medicina debería propiciar programas educativos y preventivos  dirigidos a maestros, pediatras, padres y a la población en general

– El perro es el mejor amigo del amo y no del hombre como equivocadamente suele decirse. Por eso a los niños debe enseñárseles a que desconfíen de todos los perros

– La mejor forma de disminuir las mordeduras de perro es a través de la PREVENCION, mediante programas eficaces con los recursos y continuidad necesaria

Fuente: Dr. José Vicente Leyba

Foto: Dreamstime

El Dr. José Vicente Leyba es Pediatra, de su formación universitaria destacan: Médico Citujano General UCV (Caracas, Venezuela) 1998 y especialización en Pediatría y Puericultura Hospital Universitario de Caracas, UCV (Caracas, Venezuela)  2002; además de una infinidad de cursos y actualizaciones en su especialidad

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