En esta oportunidad, nuestra Colaboradora Alejandra Sapene contestó algunas inquietudes que le formulé para que pudiese abordar desde su experiencia el tema del Acoso Escolar, inclusive hacia niños con condiciones especiales de salud.

Aquí comparto sus importantes reflexiones:

¿Qué es el Acoso Escolar?

El acoso escolar es un fenómeno que se caracteriza por el abuso de poder ejercido por un estudiante hacia algún otro par de su entorno escolar. El objetivo de este abuso es causar daño físico o psicológico a la víctima de manera deliberada, de forma repetida en el tiempo.

¿Por qué se presenta el Acoso Escolar?

Es un fenómeno complejo que se ha ido incrementando en frecuencia y en complejidad en la última década. En principio el acoso escolar es el reflejo del fracaso de la sociedad para incluir y respetar la diversidad, generalmente el acoso muestra un profundo miedo, intolerancia e irrespeto hacia lo que es diferente: Lo  diferente se considera peligroso y por eso debe “eliminarse” o “atacarse”.  Por otro lado, se ha observado que la violencia urbana o que nos afecta a todos “fuera de las paredes de las escuelas” permea inevitablemente las dinámicas internas de los recintos escolares. Adicionalmente, la violencia ejercida en el hogar hacia los niños(as) y adolescentes, así como también la violencia intrafamiliar en general suele ser trasladada, en algunos casos, hacia las relaciones establecidas dentro de las escuelas.

Quizás un aspecto en nuestro país que han generado muchas dificultades para abordar este fenómeno es la inexistencia del “Acoso Escolar” como una conducta que deba ser sancionada, según la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente (de Venezuela), esto hace que sea muy complicado para algunos entes “externos” a las Escuelas, tales como los Consejos de Protección de los Niños, Niñas y Adolescente poder ejercer medidas de protección o correctivas que permitan regular este tipo de conductas.

Otro aspecto que tiende a potenciar la aparición del acoso escolar es la “invisibilización” del fenómeno por parte de los adultos significativos (docentes, padres, personal administrativo y directivo) o la comunidad escolar en general, la impunidad es el mayor propulsor del acoso escolar, en la medida en que se dejen “pasar por alto” algunos episodios de acoso estos tenderán a reproducirse cada vez con más fuerza. Por otra parte, ha estado ocurriendo un fenómeno muy particular en nuestras instituciones educativas que tiene que ver con la “naturalización de las conductas violentas” lo que quiere decir que dejan de “ver” o de percibir algunas conductas que deberían ser calificadas como “violentas” porque la acción ejercida ocasionó un daño en otra persona. Al dejar de ver conductas “violentas menores” tales como irrespetar normas, decir groserías, mofarse de los compañeros, entre otras, se va dando licencia a los estudiantes para que transgredan la ley y, a su vez, vayan ejerciendo conductas cada vez más invasivas e irrespetuosas hacia los demás. Una vez que el maestro o padre identifica una conducta como violenta, se han dejado pasar un sin número de conductas, que de haber sido reguladas a tiempo quizás no se hubiese llegado a extremos no deseables.

¿Cómo afecta el Acoso Escolar a los niños?

  • Disminución de  rendimiento académico y motivación hacia el aprendizaje académico
  • Sensación de ser “menos” que los demás, de no ser competente
  • Sentimientos de tristeza, apatía, ansiedad
  • Dificultades para dormir
  • Alteraciones en el apetito (aumento o disminución)
  • Poco deseo de relacionarse con otros niños(as): Miedo a ser rechazado, a someterse a nuevos posibles rechazos
  • Aislamiento
  • Ausentismo escolar
  • En casos extremos el suicidio

¿Cómo podemos evitar el Acoso Escolar en general y especialmente en niños con Condiciones Especiales de Salud?

Las experiencias más exitosas en la promoción de la convivencia escolar han apostado por realizar intervenciones sistemáticas con los “espectadores” o “testigos”. En este sentido han desarrollado guías, muy precisas, de acción dentro de las instituciones escolares que les permiten a los colegios desarrollar acciones sistemáticas de sensibilización y reflexión en torno a la violencia y el acoso escolar. En estas guías se incluye la necesidad de desarrollar en los niños competencias conductuales para poder hacer frente a situaciones de acoso ante las que sean víctimas o espectadores.  Se les enseña a identificar a las personas con las que pueden contar, modos de responder ante situaciones de violencia escolar y se garantiza el derecho al anonimato a la hora de hacer una denuncia.

Por  otra parte, ha funcionado trabajar con los alumnos(as) el impacto negativo que tiene el acoso en las relaciones, en los vínculos con los demás, tratan de focalizar la intervención en el desarrollo de la empatía, en valorar los vínculos por encima de las reglas. Las reglas son importantes, pero no son el fin último, las reglas se crean para promover una interacción armoniosa y sana dentro de la comunidad escolar. Le suelen dar mucha importancia a este principio.

Cuando hay niños con Condiciones Especiales de Salud incluidos en una institución educativa, debería hacerse un trabajo de fomento de la tolerancia y el respeto desde, incluso antes de que el niño ingrese. Esto lo digo porque en todos los colegios debería trabajarse, desde los niveles preescolares, el respeto por las diferencias individuales y por la diversidad. Una vez que ingrese el niño(a) se debería trabajar con los niños(as) las particularidades del “nuevo” compañero a través de juegos, cuentos; mucho mejor si esto se puede hacer previo al ingreso. Esto ayuda a que el niño/a sea mucho mejor aceptado por el grupo.

Así mismo, se deberían reforzar las conductas solidarias, de cooperación y amistad hacia los niños con alguna condición especial, de modo que se pueda transmitir que es algo deseado dentro de la institución y promover que este tipo de conducta ocurra por la mayor parte de los compañeros. De igual modo debería reprobarse  cualquier intento de burla o agresión hacia estas personas, dejando claro que su “condición” de mayor vulnerabilidad no lo hace merecedor de ningún tipo de agresión, ni de rechazo por parte de los otros compañeros.

¿Qué medidas pueden tomarse para sensibilizar al Acosador frente a las debilidades que puede tener su Acosado, especialmente si es un niño con Condiciones Especiales de Salud?

En general lo que más funciona es trabajar con TODO el alumnado la sensibilización ante los sentimientos del OTRO. Este trabajo debería extenderse para todos los miembros de la comunidad escolar (docentes, padres, madres, personal administrativo, obreros, etc). Esto tiene que ver con trabajar el desarrollo de la empatía, en este sentido, tal como he venido diciendo, en la medida en que haya un trabajo más sistemático dentro de la escuela, mucho más fácil es trabajar con los actores implicados en la situación de acoso. Un psicólogo de un instituto en New York que promueve el clima escolar (Rosillo, 2013) me respondió  en un foro reflexivo acerca de la violencia escolar, ante una duda que yo tenía muy similar a lo que me preguntas, lo siguiente: En nuestra experiencia hemos tratado de hacerle ver al agresor las consecuencias que tienen sus acciones. Un ejemplo de cómo lo logramos fue mostrarle cómo su conducta estaba siendo imitada por niños de preescolar y primero grados y eso les generaba tanto malestar, que dejaban de realizar el acoso hacia sus compañeros.

¿Cómo debe manejar el Acoso Escolar el Educador? Sobre todo si en Aula hay niños con Condiciones Especiales de Salud que pueden ser más perturbados 

El tema de la convivencia debería ser un tema permanente de conversación dentro del aula de clase, no a modo de sermones, ni charlas, se pueden introducir de forma lúdica, interactiva a través de cine-foros, debates,  role-playing. Dentro de estas dinámicas debería incluirse protocolos de acción que guíen el modo de actuar de los niños/as ante situaciones de acoso escolar.

Una vez que se identifica la situación de acoso no debe exponerse ni al acosador ni a la víctima ante el resto de los compañeros y mucho menos al testigo (en caso de estar alguien involucrado).

Primero invitar a la víctima, a solas, e invitarla a hacer un relato verbal de lo que ocurrió. Luego, se debe hacer lo mismo con el agresor.

Al tener clara la situación se deberían tomar medidas correctivas que permitan al agresor resarcir y reparar el daño que realizó y a su vez que se proteja a la víctima de futuras situaciones de acoso.

Estas medidas generalmente dependen de lo contemplado en el Manual de Convivencia de la institución escolar y también de la gravedad de la conducta realizada. Si la gravedad de la situación lo requiere, el caso debería ser tratado por un Consejo de Protección y no de la Institución Escolar.

Se debe convocar a los padres para que estén al tanto de la situación y de las medidas a tomar por la escuela.

Es importante que las medidas que se pretenden tomar no solo sean para “paliar” la situación inmediata sino que también contemplen programas preventivos, a largo plazo, que eviten que estas situaciones se repitan en el contexto escolar.

Consejos para los padres del niño con Condiciones Especiales que sufre Acoso Escolar

  • Si bien su hijo posee una condición que le hace diferentes  a otros niños no merece ser violentado, ni señalado por tal condición
  • Si tu hijo te comunica que está siendo víctima de una situación de acoso escolar apóyalo y busca ayuda en el Psicólogo del colegio, maestra, directivos y en caso de ser necesario en el Consejo de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes más cercano
  • Promueve habilidades de autocuidado en tu hijo
  • Estimula, en la medida de lo posible, que sea autónomo, que sepa resolver problemas de la vida cotidiana sin tu ayuda
  • Enséñale algunas palabras o frases que debería decir en caso de que algún compañero lo violente
  • Identifica alguna figura de apoyo dentro del colegio que le permita buscar ayuda en caso de algún problema
  • Promueve encuentros extramuros con compañeros de clases. Esto fomenta vínculos más cercanos y, a su vez, te permite observar el modo en que ocurren las dinámicas entre ellos y de qué modo está siendo incluido tu hijo
  • Mantente siempre con una comunicación muy cercana con la maestra y la comunidad escolar
  • Está atento del uso que hace de las redes sociales, mensajes de textos, chats, entre otros
  • Si notas algún cambio importante en la conducta de tu hijo(a) y no logras precisar el motivo busca ayuda en su maestra o sino en algún psicólogo

 

Fuente: Lic. Alejandra Sapene

Imagen: Dreamstime

 

Alejandra es mamá, de su formación académica se puede destacar: graduada en Psicología en la UCAB-Venezuela (2008) y obtuvo un Diplomado de Psicoterapia de Niños y Adolescentes en Sociedad Psicoanalítica de Caracas (2010). Además tiene más de 10 años de experiencia desarrollando su profesión en el ámbito educativo (UCAB-Venezuela) y de consulta privada, se ha destacado como Especialista en el área de Clínica Comunitaria  y siendo miembro Asociado de Cecodap (Venezuela)