Los derechos del bebé in útero se han consagrado en las leyes de muchos países. Venezuela no ha eludido el tema, y en este sentido Embarazarte considera que esta es la oportunidad idónea para mencionarlos.
Se entiende por “niño por nacer” a todo ser humano desde el momento de la concepción hasta el momento de su nacimiento, por lo tanto, goza de todos los derechos establecidos en la Convención sobre los Derechos del Niño y merece protección por parte de la familia, el Estado y la sociedad.
Entre los cuidados que deben prodigarse está el control prenatal, que según establece la Normativa Oficial para la Atención Integral de la Salud Sexual y Reproductiva, “ debe ser humanizada, con calidad y calidez a lo largo de todo el proceso reproductivo ”.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), el control perinatal debe basarse en el uso de tecnología apropiada, “lo que se define como un conjunto de acciones que incluye métodos, procedimientos, tecnología, equipamiento y otras herramientas, todas aplicadas a resolver un problema específico. Este principio está dirigido a reducir el uso excesivo de tecnología o la aplicación de tecnología sofisticada o compleja cuando procedimientos más simples pueden ser suficientes o aún ser superiores”.
Por lo tanto el niño por nacer tiene derecho a un parto vaginal, preferiblemente no medicalizado, es decir a un parto natural. Pues la fisiología del mismo, tanto en su aspecto mecánico, como bioquímico, garantiza el mayor bienestar a mamá, y al bebé, propicia la lactancia materna, ayuda al nacimiento armónico y por ende conlleva a menos probabilidad de sufrimiento fetal y disminuir la cesárea. Según la filosofía de Embarazarte, cuando la cesárea es la única alternativa para que bebé nazca, ésta debe humanizarse. Hay que recordar que la experiencia del nacimiento de un bebé, es una experiencia de familia, en donde el médico cumple una función utilitaria, que no debería interferir ni obstaculizar la dinámica que la familia genere para este acontecimiento.
Se debe procurar que la embarazada esté acompañada por una persona ligada afectivamente a ella. Al tener estas condiciones se estimula la oxitocina, la llamada “endorfina del amor”, que beneficia la contracción uterina post-nacimiento y el cese de la hemorragia, además de propiciar las hormonas necesarias para la lactancia de bebé. Sin importar el método utilizado para facilitar el nacimiento es imprescindible fomentar un primer e inmediato contacto piel con piel de mamá y bebé.
Para Embarazarte este punto, generalmente no previsto en el derecho, es importante para favorecer los vínculos afectivos desde el embarazo, entre mamá, bebé y papá, los cuales se puede establecer de manera espontánea e intuitiva o a través de las herramientas de la estimulación intrauterina que aporta la educación prenatal.
Fuente: Embarazarte, C.A. Rif J – 30408263-0
Información concedida por nuestra amable Colaboradora Beatriz López, Doula (Buennacer 2001, Facilitadora del nacimiento), fundadora de Embarazarte C.A. (2004), Mamá, Economista (UCV 1995) y con formación en Rebirthding.
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