Relacionar piscina con niños casi siempre nos hace pensar en diversión, pero cuando ésta se utiliza como terapia, la palabra clave es salud. Aun cuando muchos desconocen el trabajo en agua con niños como medio de mejoría en condiciones tanto cognitivas como motoras, la realidad es que los beneficios de la Hidroterapia han sido practicados desde tiempos remotos en todo el mundo;  las técnicas del empleo del agua como agente terapéutico han sido cada vez más estudiadas, logrando desarrollar métodos que ayudan a combatir los efectos de distintos cuadros patológicos y condiciones.

Hidroexpansión ExpanzooLa Hidroterapia se puede recibir desde los seis meses de edad como estimulación temprana, y es importante contar con un informe médico para establecer qué protocolo de ejercicios es el más indicado y prever contraindicaciones de cualquier tipo. Por lo general, cada sesión de terapia dura una hora, distribuida en  45 minutos de trabajo continuo, adecuado según las necesidades y condiciones del niño, y los últimos 15 minutos de recreación, este trabajo es individual niño-terapeuta . Si bien es cierto, que cada paciente requiere una serie de ejercicios diferente, particular a sus necesidades, toda intervención terapéutica dentro del agua implementa técnicas favorables para el progreso cognitivo y el desarrollo de la coordinación motora del niño, optimizando la atención, concentración, lateralidad, equilibrio e independencia en cuanto al control de movimientos. Así mismo, refuerza conocimientos pedagógicos como formas, colores, números, estructura, entre otros. Si a esto le sumamos el uso apropiado de la temperatura y de la densidad del agua, el incremento de bienestar emocional y el restablecimiento físico, especialmente en niños, se observa desde la primera sesión de terapia.

Las condiciones más comunes vistas en niños que asisten a hidroterapias son el espectro autista y la parálisis cerebral. En el caso de los niños con Trastornos del Espectro del Autismo (TEA), los beneficios de la terapia acuática son muy visibles. A través del agua, el niño recibe sensaciones que lo ayudan a disminuir tensiones y a entrar en un estado de relajación, permitiéndole organizar su conducta, conectar con el entorno, y mejorar su relación con el mismo. Puesto que el agua se convierte en un medio que abre paso al intercambio socio comunicativo, la hidroterapia no sólo favorece a la integración sensorial de estímulos del niño, sino a disminuir la ansiedad por separación y a establecer vínculos con sus terapeutas, sus padres y sus iguales. Dichos elementos pueden trabajarse con un porcentaje de descarga mayor o menor, en función de la fase evolutiva del mismo. En el caso de las personas con parálisis cerebral, particularmente en los niños, el agua es fundamental en su rehabilitación.

Además, están niños cuyas condiciones motoras están limitadas, parcial o completamente. Por lo tanto, la temperatura climatizada de la piscina a 35 grados centígrados les permite relajar los músculos y las articulaciones, y realizar movimientos que fuera del agua no les sería posible. La hidroterapia también reporta múltiples beneficios en aquellos pacientes que presentan el caso opuesto, hipotonía, una excesiva relajación de los músculos. Para ellos se aprovecha la densidad del agua, utilizando como herramienta la resistencia de la misma.

Hidroexpasión Expanzoo 2A la par, esta terapia mejora el control de la postura y desarrolla la planificación motora, lo cual favorece enormemente al desarrollo de la psicomotricidad, aumentando así la coordinación y la armonía de los movimientos. En cualquier caso, el no poder moverse fuera del agua, pero sí dentro, gracias a una terapia que además de ser indolora y efectiva es divertida, refuerza mucho su autoestima.  Es importante tener en cuenta que los resultados de la hidroterapia siempre van a depender de la condición inicial del niño, de la constancia con la que se realicen las sesiones y de qué otros tratamientos, tanto médicos como ocupacionales, se utilicen en conjunto.

Actualmente, en Venezuela son pocas las piscinas que se dedican a este trabajo, y no se cuenta con la cantidad de especialistas preparados para realizar esta  labor, que si bien es un trabajo enérgico y delicado, sin dudad alguna, brinda satisfacciones increíbles y produce avances sorprendentes en la mejoría de la salud y el bienestar general. Por fortuna, es un tema que poco a poco ha ido adquiriendo la importancia que merece a nivel informativo y estructural.

Esperamos que con esta breve mirada a la Hidroterapia, se abra otra puerta a las actividades de terapia acuática como herramienta complementaria a la intervención multidisciplinar, tanto para los niños que pueden beneficiarse de ella, como para los padres que buscan el apoyo necesario que por sí solos no pueden brindarle a sus hijos. Y es que a final de cuentas, solo la sensación de estar sumergido en el agua parece ser de por sí algo curativo para la mente y para el cuerpo. Así que la próxima vez que pensemos en piscinas, no lo relacionemos solo con diversión, sino con las miles de maneras en las que ésta puede mejorar el bienestar del ser humano. Después de todo, el agua es vida.

Fuente: Prof. Diego Garrido

Diego Garrido es docente en educación especial mención retardo mental y dificultades de aprendizaje, con formación en hidroterapia. Actualmente coordina las actividades de Hidroexpansión en el “Centro Educativo para personas con Necesidades Especiales EXPANSION”. Puedes seguirle por redes sociales: en twitter @DOCENTESPECIAL@HIDROEXPANSION y en instagram @HIDROEXPANSION