Hacer la carta al niño Jesús es uno de los aspectos más importantes y emocionantes para todo niño, que espera con ilusión esa llegada del niño que traerá juguetes y regalos, como premio al buen comportamiento y una reafirmación de que Jesús está pendiente de nosotros, de que NO estamos solos, de que él nos conoce completamente y nos quiere bien. Eso forma parte de la magia de la Navidad, de la magia de creer en el niño Jesús… en Santa o en los Reyes Magos.

Sin embargo, cuando yo era niña, viví una larga temporada en casa de mi tía y madrina y ella siempre nos enseñó a NO pedir nada en la carta al niño Jesús… Agradecíamos todos los bienes y le dejábamos los juguetes que nos pudiese traer, a su Santa Voluntad y criterio…Conmigo y con mi hermana, funcionó muy bien…

Al tocarme la tarea de ayudar a diseñar la carta para el niño Jesús, de mis propios hijos, puse en práctica “la misma receta” de mi tía… no sin antes detenerme a analizar para encontrar solo ventajas:

  • Aprenden a no ser exigentes… a ser humildes…
  • Se crea una expectativa…no saber qué les podrá traer el niño…
  • Aprenden a ser generosos, pues la razón de no pedir y solo “dejarlo a su voluntad”, es porque el niño Jesús debe repartir a todos los niños del mundo y como son muchos y muy diferentes, sólo Dios sabe a quién le regalará uno u otro, porque lo necesite más o porque lo merezca más…
  • Como en efecto, somos los padres quienes traemos los regalos, conocemos muy bien que es lo que nuestros hijos quisieran…y el resultado es fabuloso, los niños piensan que el niño Jesús es muy listo y todo lo sabe…
  • Casi siempre habrá un regalo completamente inesperado, que termina siendo el favorito…”te fijas mamá: el niño Jesús sabía que me iba a gustar muchísimo, más que ninguno”…
  • La práctica funciona de manera ideal, cuando en casa escasean los recursos…bien sea por falta de trabajo o por algún tipo de crisis, que eventualmente puedan ocurrir

La única desventaja es la mentira… pero la carta, forma parte de esa ilusión que solo se vive una vez, cada Navidad de nuestra infancia y que recordamos luego a lo largo de nuestras vidas, aunque haya sido mentira la historia del Niño Jesús… siempre pienso que fue un “poquito verdad”…

Fuente de información e imagen: María Candelaria Quintana de Oppici

 

Mejor conocida como Marilá Quintana, ella es una querida abuela venezolana, Profesora de Biología ya jubilada y con una nueva faceta especial: escritora de cuentos infantiles. Ya se han publicado los “Cuentos de Marilá” y uno de sus títulos más conocidos  es “La Escuela de la Selva”, todos de Ediciones Cobo.

Te invito a seguir su cuenta de twitter @marilacuenta para que puedas seguir su obra, pero sobre todo los consejos y vivencias que comparte, que siempre nos enriquecen como padres y personas que disfrutamos la compañía de nuestros chiquiticos.