En una entrevista on line, tuve la maravillosa oportunidad de consultar con la querida Lilver Tovar, una de las Fundadoras de los amigos de Doctor Yaso, paras conocer cómo ha sido el proceso de su maternidad, desde sus embarazos:
¿Cómo ha significado la maternidad en tu vida?
La maternidad es una estupenda oportunidad de cambios, por demás, trascendentales. Cuando te dan la noticia, hasta comienzas a caminar diferente. Es un momento en el cual se activan todos nuestros miedos, todas nuestras creencias, toda nuestra ternura y si estamos atentas, todo nuestro poder.
Para mí fue encontrarme con una Lilver que no sabía que existía. Una persona capaz de transformar todo lo que la rodea con instinto y amor.
¿Cómo te preparaste para el nacimiento de tus hijos? ¿Decidiste amamantar o no y por qué?
Tuve la dicha de ver el nacimiento de mi hermana menor, ¡un parto en agua bellísimo! Y desde ese instante, supe cómo quería que nacieran mis hijos. Así que desde que nos dieron la noticia corrimos a Buennacer, hicimos todos los cursos y talleres posibles. Fueron meses aprendiendo y compartiendo con seres especiales que estaban en la búsqueda de aprender a dar todo lo mejor a ese nuevo ser que estaba por llegar. Pero lo más importante que aprendí fue entender que nosotras somos las únicas responsables de la maternidad, que el poder está dentro de nosotras y que cada médico, pediatra, enfermera… están para apoyarnos en ese proceso. No para invadirnos.
Estando en la semana 36 me diagnostican pre eclampsia, enmudecí. No podía creer que después de tanta «preparación» no estuviese preparada para afrontar esta situación. Afortunadamente, dentro de todo lo que implica una circunstancia de ese tipo, todo salió perfecto. Sin embargo, estuve 3 meses sin salir de casa reflexionando sobre lo que nos pasó, todas mis amigas que habían hecho el mismo taller que yo, habían logrado parir y yo no ¿Por qué? Concluyo que tenía unas gríngolas que me impedían hasta saber qué era exactamente una cesaría. Pero que tenemos la dicha de que exista para que, en este tipo de escenarios, logremos abrazar a nuestro bebé.
A pesar de esto, yo era ejemplo de una lactancia exitosa, así que decidí hacerme Consejera de Lactancia Materna por la Unicef-OMS y logré apoyar a muchas mamás, en ese proceso natural pero que nuestra sociedad nos ha ayudado a olvidar. Mi hija tuvo la dicha de ser amamantada hasta los 2 años y medio, cuando nuevamente quedé embarazada y la desteté para prepararme para la otra etapa.
Para la «barriga» de mi hijo me incliné por Aquamater. Fue totalmente distinta, con mi niña hice mil cosas a la vez, no sentía la más mínima molestia… así que era la «súper mujer», con mi hijo tuve que serenarme y controlarme más para no repetir un cuadro como el anterior. Felizmente, no fue así y aunque tampoco logré parir, también aprendí que ellos -nuestros hijos- son quienes deciden cómo venir a este mundo. Y que además, nosotras les hablamos y enviamos mensajes claros desde el mismo momento de concebirlos. Por eso, debemos ser cuidadosas de lo que decimos o hacemos. Por supuesto, mi bebé también fue amamantado de una manera muy exitosa, hasta los 3 años.
¿Cuáles crees son tus retos como madre ? ¿Quieres que sigan tus pasos profesionales?
El reto más importante es que aprendan a ser felices. Educándolos en valores tan esenciales como la honestidad, el amor, la amistad, la solidaridad, la gratitud. Ya luego, que cualquier cosa que deseen emprender lo profesen desde ahí. Son tan puros y llenos de alegría que también está el reto de no contaminarlos con nuestros paradigmas, sino que descubran el mundo desde sí mismos.
¿Cómo ha influido tu trabajo altruista como fundadora de Doctor Yaso en la relación con tus hijos?
El trabajo que realiza Doctor Yaso me hace repetir mi agradecimiento a las energías divinas todos los días. Agradecer por la vida sana que tengo y que tienen mis hijos. Agradecer cada día cuando miro los ojos y las sonrisas de mis hijos. Doctor Yaso es una retroalimentación pura de dar y recibir. Y eso es la maternidad, cuando eres madre nunca más ningún día será igual a otro, porque te entregas a esa aventura especial y recibes mucho más de lo que supones que das. Un día mi bebé se enfermó y tuvimos que hospitalizarlo, mi hija llegó una tarde y nos dijo: «si le hacemos Doctor Yaso se va a curar». Se colocó su nariz roja y comenzó a lanzarle burbujas, mi hijo sonreía hermosamente. Es una de las escenas que atesoro con mayor alegría y satisfacción, pero también me hizo darme cuenta que el mensaje estaba llegando, que iba por buen camino.
¿Qué sientes que has aprendido de las madres con las que compartes en las actividades que desarrollas en Doctor Yaso?
Aprendo con sólo al verlas y esto me hace comprender que el verdadero espíritu de lucha viene de lo femenino. ¡Que la vida es una mujer transformadora!
Fuente de contenido y foto: Lilver Tovar
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