¡El momento! Es aquel en que el Pediatra nos anuncia que podemos darle a nuestro bebé otros alimentos diferentes a la leche. Es el momento de iniciar la ablactación o alimentación complementaria. Generalmente ocurre entre los 4 – 6 meses de edad cuando lo indica el Pediatra. Se nos abre una ventana de oportunidad para enseñarle a comer. Esta se inicia con un período de transición entre la alimentación líquida, que viene recibiendo desde que nació, mediante la lactancia materna o a través del tetero y la sólida, que va a realizar el resto de su vida.

Esta etapa es crítica, siendo un proceso complejo. Su abordaje oportuno permitirá que nuestro bebé aprenda a comer alimentos de más consistencia llegando eventualmente a los alimentos sólidos blando para el año de edad, progresando hacia los alimentos más duros y complejos hasta los 18 meses.  Si lo hacemos bien, nuestro bebé terminará comiendo “comida de mesa” con el resto de los integrantes de la familia.

Considerando que al bebé se le debe ver como un todo, es importante observar todas las áreas de su desarrollo. Dicho esto, cuando se inicia la alimentación complementaria, ya debe ser capaz de sentarse con apoyo, tener buen control de cabeza y ser capaz de alcanzar objetos con las manos. Explora todo con la boca, por lo que frecuentemente se lleva las manos y los objetos que están a su alcance a la boca. Esta etapa es importante, ya que es esta exploración lo que le permite conocer los límites de su cavidad oral y explorar con la lengua las formas y texturas de sus manos, dedos, objetos y alimentos, realizando diferentes movimientos orales que le van a servir a la hora de comer. Es una etapa importante para la desensibilización oral.

A esta edad ya ingiere de 4 – 6 comidas de 7-8 onzas. Ha logrado liberarse de los reflejos oral motores mediante su integración a patrones más maduros, manteniéndose de por vida los que nos sirven como mecanismos de protección de la vía aérea como son los reflejos de tos y de nausea. Ya es capaz de transferir el alimento con la lengua desde la parte anterior de la boca hacia atrás. Suele sacar la lengua al deglutir. Esto es de esperarse, ya que trata de usar el patrón de alimentación que ha venido usando, con la cucharilla. Esto no debe interpretarse como que no le gusta el alimento, que se le está ofreciendo.

Es importante tener presente que, en esta etapa, el tetero solo debe usarse para la toma de la leche y no para la ingesta de otros alimentos.

¿Qué hacer si el bebé presenta alguna dificultad en su desarrollo y no tiene un buen control motor?

La premisa es tratar de estimular su alimentación siguiendo los patrones lo más próximo a lo esperado para su edad cronológica. Para ello se procurará posicionarlo, dándole el soporte necesario a nivel de tronco y cabeza para que pueda experimentar la oralización de manos y objetos, así como recibir adecuadamente el alimento con cucharilla.

Siguiendo con el desarrollo, encontramos que para los 7-9 meses comienza a realizar la pinza, por lo que puede recoger pedacitos de alimento y llevárselos a la boca. Se le puede introducir sólidos blandos y carme molida. Es capaz de llevar el alimento del lateral de la boca hacia el centro de la lengua y viceversa para su manipulación oral.

Entre los 10 – 12 meses mejora la coordinación mano-boca y es capaz de llevarse la taza y la cucharilla a la boca. Es capaz de aprender a succionar con el pitillo. Aparece el mascado, que es un patrón de subir y bajar la mandíbula presionando los alimentos que se encuentran sobre las encías. Para esta edad no hay dificultad para ingerir alimentos con grumos.

Entre los 12 – 15 meses se recomienda la eliminación del uso del tetero, haciendo la transferencia a taza o vaso con pitillo. Esto con la finalidad de no mantener en el tiempo patrones alimenticios, de etapas más tempranas, que pueden traer como consecuencia alteraciones en la estructura bucal.

Es de utilidad considerar lo siguiente en este segundo semestre:

  1. Posicionar bien al bebé en la silla de comer. De ser necesario, dar soporte externo con almohaditas o toallas enrolladas a los costados del tronco mientras va logrando independencia en la posición de sentado.
  2. Colocarle al frente la bandeja de la silla. Esto le permite estabilizarse con los brazos y las manos,  así como participar en la auto alimentación.
  3. La indicación pediátrica es introducir un alimento nuevo por vez, de uno en uno, siempre en pequeñas cantidades, con al menos cuatro o cinco días de separación, esto es con la finalidad de observar y precisar la tolerancia hacia los mismos y las posibles alergias.
  4. Una buena idea es ofrecerle una cucharilla, preferiblemente de material maleable o suave, para su manipulación e introducción a la boca. Los mordedores son excelentes y pueden sumergirse en el alimento.
  5. Ofrecerle los alimentos de frente, atrayendo su atención al acto de comer, no distraerlo con juguetes o la televisión.
  6. Hay que ser constantes y llenarse de paciencia en estas primeras etapas. No forzar la alimentación. Los bebés son neofóbicos, rechazan lo nuevo, por ello hay que insistir en el alimento nuevo unas 8 -10 veces, es decir, hay que ofrecérselo por varios días. Siempre de manera placentera. Cuando se les permite independencia para explorar los alimentos están más abiertos a probar y comer. Es un ¡desastre! hermoso y vale la pena tomarle fotos.
  7. La náusea no es indicación de ahogo, pero hay que estar atentos a las reacciones y respuestas del niño. Con la náusea retoma el control del alimento en la cavidad oral para su mejor manipulación y nuevo intento de deglución. NO dejarlo desatendido mientras come alimentos nuevos y de consistencias más gruesas.

El considerar la etapa de desarrollo en que se encuentra el bebé, las reacciones y manipulación que hace de los alimentos, la madurez que presenta para el momento de su introducción, nuestra tranquilidad y seguridad al alimentarlo y permitirle que se alimente, es lo que va a permitir que sus experiencias alimenticias sean positivas y se desarrollen sin dificultad.

Es importante no dejar pasar la ventana de oportunidad para que aprenda a comer sin estrés y con disfrute, ya que a medida que va creciendo va aprendiendo a evadir aquello que no le gusta o teme y se va hacer mas difícil enseñarle a comer adecuadamente.

Fuente: Ana Terán

Ana Terán es Terapeuta del Lenguaje y Especialista en Trastornos de la Alimentación. Dentro su formación, se puede resaltar: Egresada del Instituto Venezolano de Audición y Lenguaje. (Caracas, Venezuela 1977)/ Especialización en Comunicación Aumentativa (Toronto, Canadá 1980)/ Diplomado en Autismo (Univ. Monte Avila – Caracas 2009)/ Certificada en Neurodesarrollo NDT-3831 (USA 2010)/ Certificada en Programa HANEN (USA 2012)/ Curso de Actualización en Modificación de Conducta (UCAB e INVEDIN)

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Foto: Facilitada por Ana Terán: Getty rf photo of baby cover ed in sauce