Cuando los niños se van reincorporando medianamente a sus rutinas, al igual que el resto de la familia, las madres seguimos cargadas de varios días donde teníamos que resolver muchas situaciones, con un entorno adverso y gran incertidumbre por las fallas de electricidad y todo lo que esto acarrea.
Se siente como haber corrido un maratón, donde nos manteníamos muy activas, con gran energía y luego, cuando la presión baja un poco, queda una sensación de cansancio físico y mental.
Es importante, apartar un tiempo para nosotras las mamás, a solas, para tratar de descansar, reconectarnos con nosotras mismas e ir reponiendo energías. Se dice fácil y sé que no lo es, pero sigue siendo necesario. Caminar, hacer ejercicio, leer, reunirnos un rato con amigas, lo que sintamos nos reconforte.
Ahora existen un sinfín de sentimientos y emociones a flor de piel. Quedarnos paralizadas, estrés, angustia… El no saber qué va a pasar nos afecta para planificar. Si estás así no eres la única. Si sientes que esto te está sobrepasando, también es válido pedir ayuda.
Ser mamás no nos convierte es súper mujeres. Para poder cuidar de otros, primero debemos comenzar por nosotras mismas. .
El bienestar emocional incide en el resto de la salud.
Fuente: Lislet Núñez
Te recomendamos leer:
No se han encontrado comentarios