Hoy quiero contarles de unas mamás muy especiales, inicio con las que comparten conmigo cuando llevo a mi hijo mayor a sus terapias para tratar sus problemas de desarrollo.
Las hay de varias edades, algunas tienen varios hijos, otras solo tienen uno. Casi todas vamos acompañadas por nuestros Chiquiticos a las terapias, porque nuestros esposos trabajan. Algunas traen a sus madres de refuerzo.
Cada una es diferente pero a la vez tienen muchas cosas en común, son muy solidarias, amables, cordiales, valientes y abocadas a su mayor lucha: ayudar a sus hijos para que progresen y tengan una mejor calidad de vida.
Este grupo de mamás me ha enseñado de fortaleza, entrega, amor incondicional y cooperación. Las conozco desde Agosto del 2012 y van incluyéndose al pasar los meses porque llegan nuevos pequeños en busca de la ayuda que puedan brindarles las Terapeutas y Especialistas del Centro de Salud al que acudo todas las semanas con mi hijo mayor que está por cumplir 3 años.
La creencia muy popular por demás de pensar que cuando tienes un hijo eres mamás de todos es muy cierta y cualquier persona lo puede comprobar en éste grupo de madres, porque todas tienen ese espíritu de colaboración a flor de piel, en el tiempo que nuestros hijos son atendidos nos apoyamos, nos damos aliento, intercambiamos experiencias y hasta nos hacemos recomendaciones en función de las vivencias que hemos tenido con nuestros hijos.
Son mujeres que como típicas madres llevan de todo en sus bolsos, algunas todavía llevamos pañaleras por las necesidades de nuestros bebés, en mi caso voy acompañada también por mi hijo de 13 meses de edad y allí ofrecemos galletas, prestamos alguna cucharilla si hace falta para dar alguna compota a un niño y lo mejor compartimos sonrisas, porque aunque tenemos mucha ansiedad en relación al porvenir de nuestros hijos, todas tenemos algo en común: La Esperanza.
Adicional a mis tan queridas mamás especiales con las que me reúno todas las semanas, he podido conocer por correo o por teléfono o a veces físicamente a otras mujeres muy especiales, a las que sus hijos les han inspirado y han desarrollado proyectos para ayudar a niños con condiciones especiales de salud, algunas en el ámbito del Espectro Autista y otras con diferentes problemas como por ejemplo los niños Celíacos o con Parálisis Cerebral, que han decidido comprometerse con causas muy nobles y están aportando su tiempo, esfuerzo y cariño en pro del bienestar de muchos niños.
En verdad gracias a mi Chiquitico más grande he conocido mamás ejemplares, que a veces me cuesta entender cómo se mantienen en pie de lucha, pero que además de admirarles me hacen seguir adelante y contagiarme de una gran energía y positivismo.
De último pero no menos importantes están las Terapeutas que también son madres, que tienen esa sensibilidad propia de la maternidad y una gran calidad humana que les permite no solo ayudar a nuestros hijos sino entender las inquietudes que pasamos las madres de niños con problemas, que son nuestro apoyo y además de generar un inmenso amor de nuestros pequeños tesoros hacia ellas producen en nosotras un gran sentimiento de gratitud y respeto por la gran labor que desarrollan al colaborar con tantas y tantas familias…
Así que solo me queda enviarles un gran abrazo a todas las Mamás Especiales de esos Chiquiticos tan Especiales y recordarles que son muy queridas y que sus hijos tienen la inmensa fortuna de tenerles y contar con ustedes.
Un fuerte abrazo y espero pasen el mejor Día de las Madres posible!
L. de Ponte
Caracas, Venezuela
ldeponte@mischiquiticos.com
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