El Pie Equino Varo Congénito (PEVC) es una deformidad caracterizada por la desviación del pié hacia abajo (equino), hacia adentro (adductus), y la planta dirigida hacia arriba (varo). Ocurre en 1 de cada 1.000 nacimientos. Constituye uno de los principales motivos de consulta al médico ortopedista.

Sinónimos: Pie zambo, Pie Chapín, Talipes equinovaro, Pie Both, Club Foot.

La compresión intrauterina por oligohidroamnios, es decir, la disminución del líquido amniótico es una de las razones de peso en el desarrollo de esta deformidad. También se hace referencia a la posición fetal en útero durante los meses de gestación, que conlleva a una desviación de los huesos, sobre todo del talón (astrágalo y calcáneo), incongruencia de la articulación astrágalo-escafoidea, lo cual trae como consecuencia cambios adaptativos de ligamentos, tendones y músculos tanto del pie, como tobillo y región de la pierna.

El manejo del PEVC tiene una interesante evolución histórica, con conceptos tan antiguos sobre el manejo incruento descrito por Sir Roberts Jones, quien utilizó la denominada férula de Thomas, que consistía en una herramienta cuyo trabajo se basaba en el principio de las palancas (similar a la llave inglesa utilizada en plomería). Fue tal vez Hiram Kite, quien cambió el concepto terapéutico del pie zambo, introduciendo el concepto de Manipulación seguido con inmovilización con vendajes adhesivos o yesos correctivos.

Autores tan importantes como Ignacio Ponseti, popularizaron este método de tratamiento publicando sus experiencias y anotando los buenos resultados obtenidos con el manejo incruento, es decir, no quirúrgico.

El tratamiento del PEVC está basado en manipulaciones, uso de yesos correctores, férulas hasta determinada edad del paciente, y de quedar algo residual se procederá al tratamiento cruento o quirúrgico.

Esta patología debe ser manejada por un equipo multidisciplinario, donde participan el Médico Obstetra, el Pediatra, el Médico Ortopedista y  el Medico Fisiatra, cada quien en su ámbito de acción.

El deber ser, es el Diagnóstico y tratamiento precoz con el objetivo de lograr un pié plantígrado, es decir, con un buen apoyo, y que por ende que sea funcional.

Muchos padres o representantes de los pacientes que padecen de esta patología llegan angustiados a la consulta, es por ello que se le debe de dar toda la información sobre la deformidad, con un lenguaje sencillo pero con base científica. Hay que explicarles la causa o causas, en que consiste el tratamiento no quirúrgico, la razón del colocar yesos correctores o empleo de manipulaciones, uso de vendajes dependiendo del grado de la deformidad. Explicarles las eventuales intervenciones quirúrgicas sobre partes blandas (ligamentos, tendones, músculos etc.) procedimientos sobre partes óseas (osteotomías) o procedimientos mixtos.

En mi experiencia, lo ideal como se señaló anteriormente es el diagnóstico precoz, una vez pasado el stress que representa el nacimiento, se debe iniciar tratamiento al recién nacido. Comenzamos con manipulaciones, que deben ser suaves y progresivas, buscando con ellas estirar los ligamentos, tendones, músculos retraídos, manipulaciones que se hacen previas a la  colocación de bota de yeso tipo Kite. Se realizan cambios semanales, luego quincenales y posteriormente mensuales hasta la edad de 5 a 6 meses. De quedar alguna o algunas deformidades residuales, se procederá al tratamiento quirúrgico sobre partes blandas.

Efectuado el tratamiento quirúrgico, se realizará cambio de bota de yeso cada mes  y por el lapso de 2 a 3 meses, posteriormente se posiciona el pié con el uso de férulas antiequinas, es decir, férulas que colocan al pie en posición plantígrado, aunado a esto el paciente pasará a manos de Médico Fisiatra a fin de iniciar al tratamiento de rehabilitación.

Una vez que el niño comience a caminar, se esperaría a la edad de 22 a 24 meses, a fin de indicar calzado ortopédico con la finalidad de posicionar al pié y evitar así un mal apoyo.

El tratamiento con el uso del calzado ortopédico, o el uso de plantillas es hasta la edad de 7 años, fecha en la cual el niño a desarrollado una madurez ósea y teóricamente es una edad en la cual si el pié se mantiene plantígrado podremos decir que así permanecerá hasta la edad adulta. Antes de los 7 años de edad, pueden haber recidivas de algún o algunas deformidades del pié, por lo que no exime la eventual reintervención quirúrgica.

Este tratamiento está dirigido al recién nacido, existen otros esquemas que dependerán de la edad  del paciente al momento del diagnóstico.

Las tres principales deformidades del PEVC como se señaló al inicio son:
1.- Adductus
2- Varo
3. Equino

Considerando estas 3 deformidades existe una Clasificación sencilla que las cuantifican en 3 grados:
Grado 1: Se logra corregir 100% las 3 deformidades con manipulación pasiva
Grado 2: De las 3 deformidades queda una sin corregir a través de la manipulación pasiva
Grado 3: No hay corrección de las 3 deformidades, es un pié rígido

Un PEVC que se deje evolucionar, ocasionará que el paciente se vea obligado a caminar prácticamente sobre sus tobillos, con zonas de hiperapoyo (callosidades) bastante manifiestas, con una pérdida de la congruencia articular tanto del pie como del tobillo, estéticamente no aceptable y que a la larga aparecerá dolor por la degeneración de las superficies articulares (artrosis).

Consideraciones finales:
Talipes equinovaro: Talipes proviene del latín Talus (tobillo) y Pes (Pié).

Se pueden tener pies equinovaros por secuelas de enfermedades, tales como: Parálisis Cerebral Infantil (PCI), Mielosdisplasias, Distrofias musculares, entre otras.

El éxito del tratamiento estará dado por la edad del paciente, es decir, a menor edad al efectuar el diagnóstico, mejor será el resultado tanto clínico como radiológico.

El PEVC no tiene ningún tipo de repercusión neurológica, el paciente afecto desde el punto de vista mental es igual al que no padece esta patología.

Fuente: Dr. José Antonio Medina Bereciartu.

El Dr. Medina es Traumatólogo-Ortopedista para Niños y Adultos, de su formación se puede resaltar: se graduó de Médico Cirujano en 1985 en la UCV (Caracas, Venezuela), luego realiza Curso Medio de Salud Pública Mención Administración de Hospitales en la Facultad de Medicina de la Escuela de Salud Pública de la UCV (Caracas, Venezuela) para el año 1987 y desarrolló sus estudios de Postgrado de Cirugía Ortopédica y Traumatología en el Hospital San Juan de Dios (Caracas, Venezuela) en 1990. Además, posee innumerables cursos y actualizaciones.

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