Aquí comparto valiosa información que Lynsabel Noguera nos cuenta sobre la experiencia en el desarrollo de «Postales para la Paz»:
“La paz es tener un buen futuro” Ana Victoria, 11 años. Maracay. Aragua. Venezuela
En La rana encantada nos encanta leer. Por eso, al leer con los niños, quisimos propiciar la exploración interna hacia la aventura de saber de uno mismo: qué me hace sentir bien y qué puedo hacer desde mi espacio personal para mejorar mi entorno Nuestra experiencia nos ha mostrado que a través del arte, y específicamente, de la literatura, se pueden propiciar espacios de conciliación, de crecimiento personal, de conciencia ciudadana y de pensamiento crítico sensible, orientados en su conjunto a una formación para el diálogo y el encuentro. Es decir, una formación para la paz.
Conscientes de nuestro entorno, hace 5 años creamos el piloto de lo que sería el programa Postales para la paz, en el preescolar de la Escuela Comunitaria Luisa Goiticoa, como una iniciativa para prepararnos para el Día Internacional de la Paz del año 2009. Los resultados fueron muy hermosos: niños entre 3 y 6 años hacían propios los conceptos abstractos de convivencia, tolerancia, respeto, solidaridad y paz, entre otros, para convertirlos -desde su propia experiencia personal y el encuentro con los libros- en ideas cercanas a sus vivencias; ofreciendo reflexiones y soluciones cuyo candor y sencillez encierran una gran sabiduría que muchos adultos podríamos seguir y aplicar en nuestras vidas para ofrecer esa posibilidad que Ana conoce: aspirar a un buen futuro.
“La tolerancia es mirar al los otros por dentro”. Alan, 9 años. El Valle. Caracas. Venezuela
El programa Postales para la paz se sustenta en cuatro pilares necesarios para lograr una convivencia armónica: respeto, tolerancia, diálogo y conciliación, e integra actividades de reflexión compartida, lectura y expresión oral, plástica y escrita. En él los niños encuentran herramientas que les permiten entender sus emociones, su entorno y, desde su proceso creativo, hablar de la convivencia en armonía. Se sienten capaces de aportar soluciones, de ser escuchados y de hacer. Quien se siente capaz pasa de la intención a la acción y se convierte en un constructor de paz.
En el año 2010, recibimos el premio Rafael Angel García, otorgado por CECODAP y nos unimos a la celebración del Día Internacional de la Paz promovida por ONU Venezuela y la organización Paz con Todo, desde entonces Postales para la paz se convirtió en un programa sostenido que cuenta con un espacio regular de encuentro en la Ludoteca Los Palos Grandes, el apoyo de Cultura Chacao y de Ediciones Ekaré. De allí pasamos a retomar el espacio escolar, y así en 2011 reiniciamos las visitas a escuelas y comunidades, sumando el apoyo de Editores y Playco – La barca de la Luna.
«La paz es poder expresar tus sentimientos con el arte» Andrea, 12 años. Chacao. Caracas. Venezuela
Las hermosas postales de los niños demandaban difusión, entonces abrimos el hashtag #postalesparalapaz en Twitter, seleccionamos un grupo de 48 postales y en septiembre de 2011 montamos en la Ludoteca la primera exposición Postales para la paz, respaldados por la Red por la paz. Desde entonces el programa escolar se acompaña de la exposición itinerante, donde los niños pueden ver otras respuestas a la pregunta clave del taller: ¿qué es para ti la paz?
«La paz es tener una familia que sea por todo el mundo» Germán, 7 años. Maracay. Venezuela
El programa Postales para la paz fue creciendo y ganado aliados: desde el año 2012 forma parte del acuerdo de cooperación con ONU Venezuela y la Red por la paz; Sysabe nos dio su colorido apoyo, Enlazados se unió al programa; sumamos las voces de cientos de niños en Barcelona, España, gracias a la cooperación de Los cuentos de Bastian, una organización que promociona la lectura y la literatura infantil y que inauguró su espacio solidario uniéndose al programa con gran alegría. También desde España nos acompañaron el espacio radial Castillos en el aire y las editoriales Pintar Pintar, Fundación Cuenta Sueños, La Tortuga Casiopea y Edelvives.
Nos emociona cómo una sencilla idea para entender y celebrar la paz en un aula de preescolar se convirtió en uno de nuestros principales programas, logró ser auto sustentable y contar con la colaboración de personas e instituciones que lo han hecho crecer para convertirse en lo que es hoy en día. A través la iniciativa de Los cuentos de Bastian y Cuenta sueños, en España, colaboró con la Fundación Orbayu para ofrecer alternativas a los niños del Congo; que la postal hecha por Anton fue propuesta para una franela de Médicos sin fronteras; que Edelvives organizó un concurso para docentes por el Día de escolar de la paz y la no violencia y que Postales para la paz ha llegado a miles de personas entre talleres de formación para adultos mediadores, niños y adolescentes, padres, lectores del facsímil del libro artesanal hecho con los niños de HIAS Venezuela que publicamos en issuu y entusiastas amigos del HT #postalesparalapaz en las redes sociales.
«Aunque uno no tenga muchas cosas, puede ayudar a otros» Luis, 9 años. Albergue Caracas. Venezuela
Mirando nuestro espacio geográfico, lo que más nos emociona es ver cómo los niños y adolescentes han podido modificar su realidad inmediata, desde La Vega hasta El Hatillo, cambiando la violencia por el buen trato con sólo mirar la paz como una posibilidad cierta, que nos compete a todos, y actuando para construir armonía en su entorno con gestos cotidianos y soluciones viables que vienen de ellos mismos: iluminar su calle prestando la luz de su casa, ser amables con los demás, colaborar con sus vecinos y compañeros, dejar de molestar con bromas y sobrenombres a sus amigos, cuidar su espacio público, y sobre todo, aprendiendo a escucharse entre ellos, a razonar sus argumentos ante las diferencias y a negociar para llegar a acuerdos.
Tanto que un grupo de niños se solidarizó con otros niños que no conocen y que asisten al CTIV San Pedro, participando en la elaboración de un móvil con reciclaje para colaborar con la subasta del año 2013.
En el albergue tienen su habitación y pocos enseres y sin embargo ofrecieron lo que tenían a mano para ayudar: sus ideas para pintar.
Lo mejor es que contagian esta actitud a los adultos que los rodean, quienes asienten con una sonrisa al leer lo que piensan de la paz, o qué hace falta para lograrla. Adultos que también se llevan la idea que sembramos en el taller: una pequeña acción marca la diferencia, tus manos también construyen la paz.
Fuente: Lynsabel Noguera de La Rana Encantada
Te invito a conocer su página www.laranaencantada.com, allí encontrarás información de todas las actividades, talleres, servicios y propuestas que ofrecen para nuestros chiquiticos y la familia. Si quieres contactarles puedes escribirles a su correo: tecuento@laranaencantada.com y seguir su cuenta de twitter @ranaencantada
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