Cuando hablamos de empatía la relacionamos con la capacidad que tiene el ser humano de entender la situación que enfrenta otra persona al punto de ponernos en su lugar y sentir lo que siente el otro en relación a una situación determinada.

En el momento que asociamos la palabra empatía con la infancia se abre un abanico de oportunidades, para lograr que nuestros niños desde pequeños puedan conectarse con todos a su alrededor y no sean indiferentes, tanto a las alegrías como a los padecimientos de los que están dentro o fuera de su entorno.

La sociedad actual está avanzando rápidamente en materia de tecnología y estudios científicos que son importantes para la humanidad, lo que no debemos olvidar es que todo lo que se construye es por y para personas, comprendiendo que los valores son fundamentales para evolucionar realmente… esto último a veces sentimos que se ha ido perdiendo a lo largo de los años.

Cuando un niño nace es un lienzo en blanco, aprende constantemente y es en el hogar el ambiente donde logra afianzar sobre todo a través del ejemplo, valores que le permitirán relacionarse con los demás y tomar las decisiones que impactarán en su vida cotidiana.

Los padres podemos propiciar experiencias adaptadas a la edad de nuestros hijos para demostrarles lo valioso del valor de la empatía, logrando en familia transmitir lo beneficioso de entender, apoyar y ser empático, especialmente con los que más nos necesitan.

Cada día aprendemos algo nuevo, sobre todo nuestros pequeños… es a través de nuestras acciones como podemos generar cambios desarrollando una crianza positiva, por eso enseñarles a ser empáticos es un excelente comienzo para educar ciudadanos que cuiden de ellos, los demás y del planeta.

Lislet de Ponte

Caracas. Venezuela

ldeponte@mischiquiticos.com