A lo largo de los años se han publicado numerosos estudios para explicar el desarrollo del bebé, hoy cada vez más su explicación se centra en la relación entre el cerebro y el ambiente, por ello lo correcto es llamarlo desarrollo sensorio-motor. Una de las teorías que ayuda como leer los sentidos de tu bebé, es la teoría de Integración Sensorial; esta teoría explica cómo interpretar sensaciones de nuestro cuerpo y del ambiente. La Dra. Jean Ayres definió la Integración Sensorial como el “proceso neurológico que organiza las sensaciones de nuestro propio cuerpo y del ambiente, para hacer posible el uso del cuerpo en el ambiente de forma efectiva” . A pesar de ser una teoría que data desde hace cuarenta años, pocas personas se detienen en comprenderla.
El desarrollo del bebé se inicia, desde un ambiente acuático, cálido y protegido como es el útero materno, libre de toda gravedad, centro de ningún esfuerzo, todo hecho por la mamá, pero, en paralelo emergen todos los sistemas que lo preparan al futuro.
¿Cómo lo sabes?
Durante el primer trimestre en pleno proceso de formación aparecen sus primeros movimientos, muchos en respuesta a la sensibilidad del tacto, además de la influencia de flotar dentro de su espacio, tres sistemas básicos: el sistema Táctil, donde la piel conforma el órgano más grande y más versátil del cuerpo humano, ofreciendo un escudo seguro y una barrera protectora; el sistema Vestibular cuyos receptores provienen del oído interno brindando la orientación del espacio y el sistema Propioceptivo, cuando las articulaciones se mueven poniendo en juego músculos y tendones, favoreciendo la percepción de la posición y el movimiento, con la integración de estos sistemas aparece la primera señal de regulación del bebé, percibiéndose en el movimiento rítmico y pausado.
En el segundo trimestre ya sus movimientos son más vigorosos y también lo acompañan su preferencia por ciertos sabores, así como sus respuestas a los sonidos, reaccionando con expresión facial aunque no lo podamos ver, para el final de este segundo trimestre todo influye directamente sobre el bebé y tiene memoria de ello, como las voces, las fluctuaciones de tonos, movimiento, vibración, además de organizar sus ciclos de sueño y vigilia.
En el tercer trimestre, el espacio le empieza a ser pequeño, sus movimientos no son tan amplios y tienen rango medio, además dependen de la función de otros sistemas, la presión profunda que recibe el bebé, para este momento le brinda retroalimentación Propioceptiva para prepararlo al nacimiento, haciendo de este un participante activo durante el proceso y experimentando la información Vestibular lineal y rotacional por la que llega al mundo.
A partir de esa salida al exterior, todo, lo tiene que hacer el bebé, es su primera respuesta adaptativa de independencia, de manera que llega al mundo con cantidad de experiencias, demostrando su inteligencia y memoria asociada a su etapa prenatal.
La calidad del desarrollo de todos estos componentes previos, contribuye con la variabilidad, complejidad y precisión en su aprendizaje.
¿Cómo sabes lo que necesita tu bebé…?
La evolución de él va desde la pura captación sensorial a la posibilidad de utilizar el cuerpo con un carácter sensorio-motor con el que explora su cuerpo y su entorno, de esa forma poder conocer e integrarse al mundo mediante su actividad perceptivo-motriz, lo que le permitirá gestionar su contexto próximo y manejarse dentro del mismo, gracias a sus capacidades adaptativas.
El desarrollo no se trata de una mera acumulación de elementos. No podemos concebir el desarrollo del bebé sin la presencia de la emoción, que acompaña al niño desde los primeros momentos, en conexión continua y constante con sus pequeñas adquisiciones que reciben el valor social que merecen.
De la misma manera no existe todo lo anterior, si el desarrollo del niño no se produce en un ambiente de interacciones (con los adultos, con sus pares) que favorezca el paso de unos niveles a otros y que vaya llevando a conocer la realidad social, a jugar con ella de manera simbólica y a poder representarla mentalmente para que todas sus capacidades cognitivas se desplieguen.
¿Qué ocurre cuando algo falla en todo este proceso?
Las personas que acompañan el desarrollo necesitan conocer bien el proceso para poder integrar, ayudar, compensar o resolver las situaciones de lo que se va observando. Una manera de calmar a un niño pequeño que está agitado consiste en acariciar o tocar, estímulo táctil; sostenerlo entre los brazos estímulo Propioceptivo; mecerlo, estímulo Vestibular. Este encadenamiento de acciones surge en la crianza casi de forma espontánea, como una secuencia natural de conducta por parte del adulto, padre, madre o persona que cuida al niño.
Fuente de contenido y foto destacada: Adriana Blanco González.
Foto miniatura: Mischiquiticos.com
Adriana Blanco González es Terapeuta Ocupacional Pediátrica, especialista en Neurodesarrollo e Integración Sensorial, algunos de sus estudios: Terapeuta Ocupacional Pediátrica en el Colegio Universitario de Rehabilitación May Hamilton. (Venezuela 1991) / Especialidad en Integración Sensorial en Western Psychological Services USC (NY-USA) N° 3104/ Especialidad en Neurodesarrollo/NDT-Bobath. American Neuro-Developmental Treatment Association (NDTA-USA) N° 3819 / Certificación en Aplicación de Tape pediátrico (KTA-USA) N°4488 /Especialista en Desarrollo Grafo-Motor (AGH-USA) N° 148100 / Certificación en Programa Avanzado de Neurodesarrollo en Bebés (NDTA-USA) N° N-4A710-0113/ Diplomado en el impacto de la Prematurez en el Desarrollo (ARG) / Diplomado En Autismo (Universidad Monte Ávila, Venezuela)
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