«Ser una madre a tiempo completo es uno de los más altos puestos de trabajo y el mejor pagado… ya que el pago es puro amor». Mildred B. Vermont.

Desde el día que nos enteremos que estamos en “La Dulce Espera” nos convertimos en una Madre, nos cuidamos, comemos saludable, reímos, tratamos de ver sólo cosas agradables, nos vestimos lindo y somos coquetas porque nos convertimos en el centro de muchas miradas.  Una mujer embarazada es lo más hermoso que hay: ella por si sola irradia felicidad, salud, belleza.

Cuando nace nuestro niño nos enfocamos sólo en él, en que esté bien alimentado, saludable, los vestimos hermosos en todo momento, y las madres pasamos a un segundo plano, y en ocasiones a un tercer o cuarto lugar cuando tenemos más de un hijo. Es cuando dedicamos el 100% de nuestras energías en ser madres, esposas, cuidadoras del hogar, retomamos nuestro trabajo fuera de casa y nos olvidamos de consentirnos, de vernos bellas, de ser coquetas. En ocasiones hasta nos olvidamos de comer y de hacer visitas regulares a nuestro médico.

Les hablo con propiedad, porque eso me ocurrió a mí, y les ha ocurrido a mis amigas. Nos creemos invencibles y no nos dedicamos tiempo, no nos cuidamos.  Pero llega el momento en que debemos preguntarnos: Sí yo no cuido de mi ¿quién cuidará a mis hijos, quién cuidará a mi esposo sí me ocurre algo o sí me enfermo? El cuidar de nosotras no es sólo un derecho, es un deber que jamás debemos descuidar.  Cuando hablo de cuidarnos como madres y como mujeres me refiero a estar saludables, a ser bellas, a sentirnos bien con nosotras mismas. Debemos ser bellas y saludables por fuera y por dentro.

Mis amigas fueron madres primero que yo y aprendí muchas cosas de ellas, cometieron errores igual que yo, pero así somos las madres primerizas, y con cada hijo que tenemos vamos perfeccionando la técnica. Así como nuestros bebés no vienen con manuales de cómo criarlos, a nosotras no nos entregan un manual antes de salir de la clínica de cómo ser madres: se es madre aprendiendo en el camino, y muchas veces aprendemos de nuestras madres, abuelas, tías, amigas.

Las mujeres somos capaces de hacer muchas cosas y cada una de ustedes lo sabe: podemos manejar nuestro carro mientras peinamos a los niños, conversar con nuestros esposos de un día difícil mientras hacemos la cena, hablar con nuestras madres por teléfono mientras ayudamos a nuestros hijos a terminar sus tareas. Entonces debemos ser capaces de cuidar de ellos y de nosotras también.  Siempre hay tiempo para todo y siempre debemos tener tiempo para nosotras.

Todos nos dicen que para ser saludables es recomendable ir con nuestro ginecólogo por lo menos una vez al año, hacernos chequeos médicos generales de forma regular, así como lo hacemos con nuestros niños. Comer sano, esto también enseñará a nuestros hijos a cuidarse. Pero también es necesario cuidar nuestro interior: conversar acerca de un duro día, darnos un tiempo sólo para nosotras y relajarnos, conversar con nuestra confidente acerca de ese tema que necesitamos compartir y que te darás cuenta que luego de hablarlo con alguien te sentirás más tranquila. En muchas ocasiones es necesario que apartemos una cita con nuestra pareja, tomar unos minutos solos los ayudará a recordar momentos especiales e incluso a revivirlos. Siempre recomiendo, lo que a mi me funciona: encontrar una actividad para drenar el estrés de todas nuestras tareas y vivencias, y siempre verás como regresas con tus niños a encargarte de nuevo de sus cosas, renovada, con otra visión de lo que ocurre.  Esto es parte de la salud de una mamá.

También es necesario para nosotras además de estar saludables, estar bellas, radiantes, arregladas y nunca perder nuestra coquetería. No es necesario gastarnos fortunas en ir a la peluquería ni comprarnos toda la ropa que está de moda. Debemos encontrar la forma de estar siempre lindas, no importa si vamos al supermercado o si llevamos a  nuestros niños a una fiesta. Las mujeres nos sentimos muy alagadas cuando nos dicen: “Te ves bella”, “Que hermoso collar llevas”, “Tu cabello luce diferente/precioso”. Y cuando éstos cumplidos vienen de nuestros propios hijos y nuestro esposo, la felicidad se nota en nuestra cara.

No importan las medidas perfectas, ni tener ropa que cuesta una fortuna, verás que si revisas tu closet y comienzas a buscar nuevas combinaciones de lo que ya tienes y le das usos distintos a esas blusas y accesorios, buscas peinados nuevos en internet o en revistas y eres un poco atrevida con el maquillaje y el  color en tus uñas, créeme que te sentirás preciosa, te sentirás lo que yo llamo “Una Mamá en Tacones muy CHIC”.  Has este ejercicio y comienza a experimentar con tu estilo hasta que encuentres el que más te queda, el que se ajusta a tu cuerpo, a tu edad, a tu presupuesto y notarás como los demás te verán diferente, como tú te sentirás bien, hermosa otra vez, te sentirás una mujer de nuevo que arranca los “piropos” de tu esposo y los nuevos halagos de tus hijos. Te darás cuenta que con la práctica, en poco tiempo te arreglarás sin mucho esfuerzo y puedes estar en una reunión del trabajo, de compras en el supermercado e incluso en tu propia casa haciendo tareas con los niños y necesitarás ponerte algo lindo sólo para sentirte bien.

Una Mamá Hermosa y Chic es una perfecta combinación de salud física, mental y emocional. El que nos sintamos bien por fuera y por dentro nos ayudará a tener una vida en equilibrio, a proporcionarles a nuestros hijos también esa salud emocional que ellos necesitan y aprenderán a encontrarla así como nosotras debemos hacerlo. Las mujeres somos capaces de todo por el bienestar de nuestros hijos, eso incluye sentirnos sanas y bellas.

Una cita que siempre me ha gustado es: “Hay sólo un niño bello en el mundo, y cada madre lo tiene» (José Martí). Yo la adapté un poquito y la comparto contigo: “Hay sólo una madre bella en el mundo y tu hijo la tiene”.

En este día de las madres consiéntete, déjate cuidar, déjate querer. Vístete con lo más lindo que tengas en tu closet, ponte los tacones que tienes tiempo sin lucir, píntate los labios con una gran sonrisa, suéltate el cabello y comparte con tus hijos la Gran Felicidad de Ser Madre, una Madre Hermosa. Una Madre CHIC.

Aprende a ser “SANA Y BELLA” por ellos y principalmente por ti.  Feliz Día de las Madres.

Fuente: María Angela Quintini

María Angela Quintini es una mamá muy especial, profesional del área de Contaduría Pública que tiene un precioso hijo y una linda familia. Puedes contactarle por su cuenta de Twitter @mamaentacones y te recomiendo visites su hermoso blog  http://mamaentacones.blogspot.com/