La psicóloga Zulay York nos comenta:

Como padres nuestros días están llenos de noticias constantes en relación a lo que acontece en el país. Conversamos de esto permanentemente con familiares y amigos, acudimos a las redes sociales donde opinamos, recibimos y enviamos mensajes, imágenes, audios y estamos todo el día atentos a lo que ocurre.

Toda la dinámica que vivimos afecta nuestra cotidianidad y rutina. Las emociones se alteran y sabemos que debemos preservar nuestra salud física y mental, así como la de los hijos, sin que ello signifique que debemos actuar como si nada estuviera pasando.

¿No es fácil verdad?

Al ser padres tenemos que velar por la seguridad y bienestar de nuestros niños, ellos no están ajenos a lo que ocurre debido a que lo perciben y además, muchos adultos manejan todos estos temas en su presencia sin los filtros correspondientes. Los niños se llenan de miedo, angustia y se hacen preguntas que no siempre expresan directamente. Por otro lado, perciben a sus padres preocupados, angustiados, agobiados o irritables y lo procesan a su modo.

Cuando nuestros niños presentan alteraciones del desarrollo nos preguntamos cómo protegerlos, si están dándose cambios que los perjudican como no poder asistir a sus terapias o escuela, el impacto sensorial ante los sonidos de cornetas, gritos o sonidos a los que no están acostumbrados, y en otros casos la afectación por gases lacrimógenos en el hogar. Los pequeños con alteraciones del desarrollo necesariamente requieren del respaldo de sus especialistas para orientar a sus padres sobre qué hacer ante este tipo de situaciones y los cambios en la rutina.

¿Si no puede ir a la escuela, qué actividades puede hacer en casa? ¿Si no pudo llegar a sus terapias, qué debemos hacer para reemplazar esta rutina? Los padres debemos en primer lugar mantener la calma para poder conducirnos con los niños, recuerdando que ellos aprenden de lo que ven.

Debemos aprender a desconectarnos periódicamente de las redes sociales, drenar nuestras emociones con adultos que no estén tan agobiados con la situación, salir a caminar, escuchar música, aprender a relajarnos en casa, darnos un tiempo a solas para respirar, hacer algo que nos agrade. Y sobre todo no sentir culpa, creyendo que por no estar todo el día hablando de la situación del país somos menos participativos. Nuestros hijos son prioridad y si no estamos equilibrados nosotros no vamos a lograr darles tranquilidad a ellos.

Es importante expresar a los niños constantemente que están seguros y protegidos con nosotros, darles muestras de afecto físico (abrazos, besos) y verbal. Es importante responder sus preguntas de manera sencilla, clara y adaptada a su nivel de desarrollo y a la condición que presenten. No exponerles a audios, imágenes o fotos de lo que ocurre, tampoco llevarlos a concentraciones o manifestaciones de ninguna índoles donde puedan correr peligro.

Preservar sus rutina diarias lo máximo que se pueda, siendo flexibles sabiendo que no podemos controlarlo todo. Proporcionar tranquilidad a través del juego, el dibujo, los cuentos leídos y los creados por ellos mismos, donde puedan ir elaborando esas emociones que muchas veces no pueden expresar. Debemos aceptar y entender que pueden tener miedo, dudas, llanto e irritabilidad producto de todo lo que están percibiendo y tratando de canalizar.

Se debe intentar mantener en el hogar el cronograma psicoeducativo que el niño sigue en sus terapias, adaptando un lugar lo más parecido posible al de la escuela o consultorio para ejecutarlo, para seguir con los últimos objetivos planteados por los especialistas, para ello es válido llamar a los terapeutas que asisten a su hijo para plantear cualquier duda.

Tips a tener en cuenta ante situaciones críticas

  • Para situaciones externas imprevistas, acomode previamente una habitación donde pueda llevar a los niños protegiéndolos de los ruidos (gritos, cornetas, entre otros) y de los efectos de los gases lacrimógenos
  • Mantenga la calma y llévelos al lugar previamente preparado, teniendo también ya programada una actividad donde usted se involucre hasta que la situación haya pasado. Se les puede explicar a los niños que lo que ocurre afuera va a pasar pronto y podrán salir, pero mientras eso ocurre ustedes les acompañarán. Si no puede estar en el hogar, prepare al cuidador que se encargará de ejecutar este plan
  • Evitar el paso de personas alteradas entrando y saliendo de esa habitación, preferiblemente que la persona que estará con los niños pueda mantener la calma. Es recomendable empezar a jugar en esta habitación si es posible un tiempo antes de que se generen las situaciones antes descritas, para que los pequeños ya hayan tenido la experiencia previa de las actividades que realizarán
  • Tenga a mano objetos que sirvan de consuelo y calma para esos momentos. Dele acompañamiento para ofrecer seguridad especialmente mientras transcurre la situación crítica.

Recuerde que cada niño con una alteración del desarrollo es diferente a otro. Pídale orientación a los especialistas del niño telefónicamente o por correo para disipar las dudas que se le vayan presentado, y por sobre todo no modele conductas inadecuadas al expresar diversas actitudes o emociones ante lo que está viviendo, pues los niños imitan y emocionalmente podrían quedar desprotegidos, lo que puede traer como consecuencia alteraciones en su conducta.

Los padres deben considerar la ayuda profesional para sí mismos cuando se sientan desbordados emocionalmente. Es sano e impactará positivamente en los chiquiticos de la casa.

Fuente de contenido: Zulay York

Zulay es psicóloga escolar con amplia experiencia por más de 30 años prestando apoyo a infantes con discapacidad intelectual y a sus familias, trabajando en prevención y atención temprana en alteraciones del desarrollo infantil, trabajando de forma interdisciplinaria para la atención integral de niños y adolescentes.