El esfuerzo físico por excelencia es caminar, las mujeres deben hacerlo tan pronto como puedan y dejar cualquier otro ejercicio de mayor exigencia para después del mes.
Con respecto a la alimentación, no existe una dieta estricta, sólo si la paciente es diabética o hipertensa. La madre puede ingerir lo que coma la familia y lo único que evitará es el consumo de alimentos cítricos o chocolate, pues se ha observado que estos productos tienen un impacto en la presencia de alergias en el niño durante la lactancia. Además, tendrá que hidratarse más que el resto para evitar el estreñimiento.
Situaciones anormales
Un sangrado persistente y abundante con un olor desagradable debe alarmar a la madre. Lo normal es que el sangrado de las primeras 24 o 48 horas sea de color rojo intenso y brillante, y con el paso de los días se va aclarando y disminuyendo. La madre también podrá diferenciar entre un sangrado normal y uno anormal porque este último produce mareos.
Las consecuencias de un sangrado posparto anormal no controlado pueden ser la aparición de la anemia, la cual desestabiliza a la mujer y la coloca hipotensa. Luego pueden aparecer taquicardias y, de no tratarse a tiempo, terminará en la realización de una histerectomía –extracción del útero– que, por supuesto, compromete la fertilidad de la madre. En muchos casos será necesario quitar los ovarios.
Aquellas madres cuyos partos fueron por cesárea o vaginal con incisión (episiorrafia), la recomendación para evitar hematomas o infecciones en las heridas, es la misma: lavarse diariamente con soluciones antisépticas.
Si la madre presenta algún tipo de molestia general, se receta el uso de desinflamatorio y se sugiere que continúe el consumo de los polivitamínicos, el hierro y el calcio que ingería en la etapa prenatal, hasta que termine la lactancia materna. De esta forma, evitará complicaciones en embarazos posteriores como osteopenia, osteoporosis y anemia.
Apoyo familiar
Uno de los aspectos fundamentales para el bienestar de la madre es estar rodeada de personas que generen confianza, seguridad y tranquilidad, sobre todo a las primerizas. Estas creen que el niño siempre que llora es porque algo le pasa pero, en realidad, los recién nacidos lloran por todo, pues es su forma de comunicarse.
En esos casos, la mujer debe mantener la calma, debido a que los niveles elevados de ansiedad pueden impedir la bajada de la leche. Nadie mejor que la mamá para manejar, bañar y cambiar a su hijo y, aunque la ayuda para estas actividades es bien recibida, lo ideal es que la madre lo haga frecuentemente para que pierda el temor que suelen suscitar estas acciones.
Estas preocupaciones tienen una incidencia mayor dependiendo de la edad de la madre, el apoyo de la familia y el de su pareja, por tal motivo, todos deben contribuir a crear un ambiente de armonía y seguridad…
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Autora: Dra. Aleydah Salazar
Fuente de contenido: Portal Sana Sana de la Universidad Central de Venezuela
Fuente de imagen: www.freepik.es
Este artículo lo consigue de forma completa en link: Atención con los cuidados del posparto ubicado en la página Temas de Salud, dentro de la sección Mujer Sana, en la sub sección Madre Saludable y fue revisado por Mischiquiticos.com en el mes de Octubre 2015.
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