Al convertirnos en madres, cambian nuestras perspectivas sobre infinidad de situaciones, nuestro mundo gira entorno a las vivencias, salud, protección y entretenimiento de nuestro bebé, porque sabemos que desde sus primeros meses adquieren habilidades que inciden en su desarrollo físico y emocional.
Es por eso que nos dedicamos a ubicar lo mejor para nuestro bebé, deseamos que pueda disfrutar todas sus experiencias, tanto de día como de noche, incluyendo el proceso de alimentación, en especial cuando está en el período de lactancia. Cuidamos cada detalle de sus períodos de sueño, sabiendo que cuando se duerme en nuestro regazo queremos que el tiempo no avance. También están las actividades que les permiten explorar y aprender sobre el mundo que le rodea, siendo el juego una de las formas que encuentra para interactuar con su entorno y sobre todo con mamá.
Todas las madres somos diferentes, tenemos costumbres y estilos de crianza que están impregnadas de consejos de familiares, amigas e inquietudes, pero lo importante es recordar que podemos valernos del instinto materno para comprender qué necesita nuestro hijo, cómo podemos brindarle lo que le gusta, para que sienta seguridad y mucho amor.
En mi caso, tengo dos hijos pequeños que son muy diferentes y la vez uno en ocasiones puede llegar a recordarme al otro, sus procesos de desarrollo no han sido iguales… de igual forma, siempre tienen algo para enseñarme, cautivarme, admirarme y enorgullecerme de ser su mamá…
Para las madres que nos gusta compartir momentos mágicos con nuestros bebés, la línea de pañales Amor, Juegos y Sueños de Pampers nos ofrece el confort que necesitan nuestros pequeños para disfrutar cada instante y generar así nuevos momentos, para hacernos sentir felices de estar a su lado.
Artículo patrocinado por Pampers
Autor: Lislet de Ponte
Caracas. Venezuela
ldeponte@mischiquiticos.com
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