Llegan los dulces, los excesos, los cambios de horario… Ellos querrán comer de todo, pero en nuestras manos estará evitar que sus deseos repercutan en la salud. Ahora bien, con cierta precaución pueden disfrutar de menús festivos, imaginativos, sanos y, por qué no, de ciertos caprichos.

Además de las luces, de los adornos y de los juguetes, los dulces y las grasas de comidas copiosas suelen ser protagonistas de las Navidades. Los niños no son ajenos a estas típicas costumbres, pero para que puedan disfrutar sin que se resienta su salud hay que adaptar los menús a su gusto y a sus necesidades.

Lo más normal es que durante estas fechas la rutina horaria de comidas se vea un poco alterada. Esto puede provocar un descontrol que se traduce en que o bien no coman nada o coman hasta la indigestión. Por ello, los pediatras recomiendan alterar los horarios (de alimentación y de sueño) lo mínimo posible y, sobre todo, asegurarse de que no coman en exceso. Por ello, a pesar de que llenemos la mesa de interminables platos, lo ideal es que prueben pocas cantidades y aquellos que pueden digerir mejor.

No obstante, con toda seguridad habrá un sinfín de alimentos atractivos que no suelen tomar diariamente y que no es cuestión de prohibir en estos días, pero sí de que los tomen con moderación.

Por otro lado también es importante que los padres les hagan comprender que la comida y la bebida no son el centro de las fiestas y que han de disfrutar de la compañía de los seres queridos.

En líneas generales, hay recomendaciones imprescindibles:

  • Cocinar con poca sal
  • Optar por productos bajos en grasas saturadas
  • Dosificar los dulces y adaptar los menús a los más pequeños, preferir la repostería tradicional y mucho mejor casera. Hay que huir de las golosinas (caramelos, chupetas, gomas) ya que presentan un alto contenido en azúcar y aditivos que ingeridos en exceso provocan irritación y dolor de estómago que pueden desembocar en episodios de vómitos o diarreas en los niños. Los dulces duros resultan los más peligrosos, debido a una larga exposición del diente con el azúcar y pueden producir fracturas en los dientes. Es importante el cepillado frecuente
  • Evitar en menores de cuatro años, por el riesgo de ahogamiento: caramelos pequeños, frutos secos (nueces, maní, merey, almendras)
  • Si se trata de un bebé, no incluir nunca alimentos que no estén ya introducidos en su dieta para prevenir las alergias alimentarias
  • Si se eligen platos tradicionales navideños para el resto de la familia, lo conveniente es sustituirlos por otros de sabor más suave y fáciles de digerir para bebés (por ejemplo en el caso del pernil, por pollo o pavo), aunque esto suponga un esfuerzo extra en la cocina
  • Por supuesto, ni una gota de alcohol, porque incluso en poquísima cantidad sus efectos son sumamente dañinos
  • En caso de indigestión, cólicos, diarrea, dolor abdominal es recomendable una dieta blanda, sin alimentos grasos o azucarados, mayor ingesta de agua para evitar la deshidratación en caso de diarrea y vómitos. Si la situación se prolonga acompañada de fiebre, hay que acudir al pediatra

 

Fuente: Dra. Dalmacia Noguera

Foto: Dreamstime.com

De la formación académica de la Dra. Dalmacia destaca: Médico Cirujano de la Universidad Central de Venezuela (1994), Especialista  en Pediatría  y Puericulturade la Universidad Central de Venezuela en Sede Hospital Militar Dr. Carlos Arvelo (1999), Especialista  en Nutrición,  Crecimiento  y Desarrollo en el Hospital  de Niños JM  de Ríos (2001), Consejera en Lactancia Materna con Certificación Galacma-UCV-Unicef,  Maestría  en Bioética UCV, además de varios cursos y actualizaciones de sus especialidades.

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