En los momentos que se rompen esas rutinas como los son las vacaciones, los cambios de terapias o se presentan problemas externos al hogar, en algunos casos comienzan a presentarse algunas esterotipias o conductas que los padres sentíamos estaban espaciadas en cuanto a la frecuencia o habían desaparecido por completo.

Parece difícil de creer que los pequeños cambios en las rutinas de nuestros niños con autismo puedan incidir tanto en ellos y la realidad, es que sí pueden afectarles.

Cómo afectan las dificultades del entorno

Al presentarse problemas de orden sociopolítico en el entorno, que generalmente impiden la asistencia regular a las clases o salir a jugar, la presencia de ruidos externos (música, gritos, cantos…) afectan a cualquier niño y al considerar a los pequeños con la condición del autismo, la suspensión abrupta de sus terapias aunado a esas condiciones, podría llegar a generar conductas relacionadas con la ansiedad e irritabilidad.

Los padres debemos estar conscientes que para tratar de palear los embates de los cambios de rutinas, podemos acompañar a nuestros niños con autismo ofreciéndoles actividades recreativas que les permitan desarrollar los ejercicios propuestos por sus terapeutas y mantener la estructura que sí es posible garantizar como los horarios de comida, siestas y baño.

Los niños que tienen condiciones especiales están acostumbrados a replicar las actividades de sus terapias en el hogar, promoviendo que sus padres y cuidadores, hermanos y familiares cercanos se conviertan de manera informal en sus principales coterapeutas. Al no poder aferrarse a sus rutinas, el cálido acercamiento a esos procesos de soporte que vienen dados por las sesiones terapéuticas a través de sus seres queridos, le ayuda y contiene de forma segura.

Algunas de las opciones para los padres y cuidadores

  • Proponer simples juegos donde se continúe la estimulación y organización sensorial
  • Usar juegos de mesa y compartir con ellos
  • Dibujar, jugar con plastilina o hacer manualidades con material de reciclaje
  • Revisar cuentos, ver películas o sus series favoritas
  • Inclusive jugar con sus juguetes preferidos a la hora del baño, podrán ayudarles a estar más relajados.

También es importante contestar las inquietudes propias de los niños que surgen al no poder salir, al escuchar ruidos que normalmente no escuchan o en caso que lleguen a ver imágenes explícitas de conflicto. Les suministraremos información adaptada a su edad y sobretodo comprensión, porque mientras sean atendidas sus inquietudes, en esa medida podrán sentirse más tranquilos.

Si los padres sienten que están abrumados es importante que también tengan espacios para informarse, compartir con adultos para conversar e incluso drenar la angustia, porque nuestros niños con condiciones especiales son muy sensibles y perciben cuando algo no está bien, particularmente cuando observan que mamá o papá están alterados.

Un hogar que tiene a un integrante con alguna discapacidad puede comprender fácilmente que los problemas del entorno afectan de diferentes formas, al imposibilitar además la aplicación de tratamientos, la oportunidad de ofrecer regímenes especiales de alimentación, asistencia a las fisioterapias, entre otros.

Es por ello, que el contacto con los especialistas puede ser de mucha ayuda, en la medida de las posibilidades continuar con las indicaciones que ellos ofrezcan  como alternativas adaptándolas a la realidad familiar, para garantizar el bienestar y protección de nuestros niños.

Lislet Núñez

Lislet es directora y editora de Mischiquiticos.com, madre de dos niños, su hijo mayor con trastornos en el desarrollo no especificado. Es especialista en Recursos Humanos, con Diplomado en Coaching para la Discapacidad, cursando un Diplomado en Alteraciones en el Desarrollo Infantil y Juvenil. En redes sociales puedes seguirla en twitter, instagram y facebook por @webchiquiticos.