Hoy en día es normal escuchar que los niños nacen con grandes facilidades para aprender y usar la tecnología desde que son muy pequeños. Si los comparan con sus padres o abuelos existe una gran brecha.

Hay infinidad de posturas sobre ese tema, lo cierto es los hijos deben aprender del buen uso, utilidad y valor de los equipos tecnológicos de la mano de los padres. Además, existen varios peligros relacionados especialmente con el manejo de la Internet y las redes sociales desde la infancia. Todo eso hace que los responsables de la crianza de los niños y jóvenes tengamos que estar preparados y formarnos constantemente para poder orientarles de forma segura.

Lo relevante de la relación que establecemos con la tecnología sin importar la edad, es poder medir la frecuencia de su uso y cómo influye en los procesos sociales y rutinarios, porque por el ejemplo si papá y mamá están todo el día atados al celular por temas de trabajo o relacionamiento con familiares y amistades ¿qué mensaje están brindando a los hijos? y ¿cómo exigirles que ellos no copien el mismo esquema?

En cada hogar se establecen prioridades en cuanto a la compra de la tecnología, incluso para definir cuál podrá ser compartida entre los miembros de la familia o qué equipos serán personales, sobre todo en el caso de su uso para la educación. Las edades y cantidad de tiempo de exposición las deciden los padres, quienes pueden consultar con especialistas si lo creen conveniente, siendo conscientes que enseñamos mucho más desde el ejemplo.

Que nuestros hijos no se separen de juegos electrónicos o de una tablet porque están chateando o escribiendo por redes sociales es responsabilidad de nosotros y el poner límites sólo desde la imposición también. Enseñarles lo emocionante de salir a jugar al aire libre o compartir una tarde para hacer una comida que les guste podría ser una alternativa si la plateamos de forma atractiva, es allí donde la creatividad dentro de la crianza se convierte en una gran aliada para demostrarles que hay un mundo de posibilidades para aprender y divertirse sin tecnología, inclusive comentándoles cómo lográbamos realizar nuestras actividades antes de todos los avances que ellos conocen.

Al hablar de tecnología existe diversas variables a considerar, para unos el dominarla les permite sobresalir, en otros el exceso no les permitirá avanzar, recordando que los extremos tienden a ser perjudiciales. El equilibrio nos genera armonía, permite adaptarnos y tomar decisiones dependiendo de nuestras necesidades y vivencias.

Fuente: Lislet Núñez de Ponte

Este artículo puedes leerlo también en este link: http://atusaludenlinea.com/2015/08/25/la-tecnologia-y-nuestros-ninos-lislet-nunez/, revisado por Mischiquiticos.com en Junio 2016.