El embarazo es una etapa propia de la mujer, en donde ocurren cambios fisiológicos que afectan el metabolismo de los nutrientes. Es de vital importancia mantener un adecuado estado nutricional materno previo y durante el período de gestación, pues esto influye en el desarrollo y felíz término del embarazo así como en el crecimiento del bebé.
Para que esta etapa sea exitosa así como el nacimiento de su hijo, es fundamental a parte de llevar a cabo el control obstétrico mensual realizar una evaluación nutricional intregral que incorpore indicadores antropométricos, bioquímicos, inmunológicos y nutricionales para así conocer su estado actual y determinar su diagnòstico nutricional, y de esta forma prevenir o controlar la malnutriciòn bien sea por déficit o por exceso, lo cual pueda afectar por ende el estado nutricional de su hijo y poner en riesgo de morbi mortalidad a ambos.
Toda madre debe planificar con un especialista en nutrición su plan de alimentación individualizado que permita cubrir sus requerimientos calóricos, de macro y micronutrientes acorde a cada trimestre de su gestación pues la demanda fetal es mayor. Es de vital importancia recibir una adecuada educación nutricional para dar variedad y equilibrio en sus comidas y así garantizar la optimización de nutrientes necesarias para estimular el crecimiento y desarrollo fetal.
Toda mujer debe conocer previo y durante el embarazo los factores de riesgo nutricional por el déficit o el exceso en su ingesta. Establecer metas de aumento peso mensual acorde a su índice de masa corporal, adicionar un aporte de 300 kilocalorìas adicionales a su requerimiento y la adiciòn de 10 gr de proteínas o (1,2 a 1,5 gr∕kg) para la formaciòn de tejidos y así como también es necesaria la suplementaciòn de micronutrientes como el ácido fólico por lo menos 27 a 28 dìas previo a la gestación, para prevenir alteraciones en el desarrollo del tubo neural del bebé, además de suplementación con hierro en la prevención de anemias.
Distintos estudios sugieren incorporar el tipo de dieta mediterránea en las madres, la cual incluye el consumo diario de vegetales y frutas, pescados sòlo cocidos 2 a 3 veces por semana, aceite de oliva, nueces, almendras, aguacate, granos enteros y una adecuada hidratación mínimo 8 vasos de agua para así prevenir problemas cardiovasculares y gastrointestinales como el estreñimiento frecuentes en la mujer embarazada, cuya causa en algunos casos puede estar relacionado a la baja ingesta de fibra, poco agua, el consumo de hierro y àcido fòlico. Así como se ha visto que un buen aporte de nutrientes como el omega 3 y ácidos grasos monoinsataurados presentes en aceites vegetales y frutos secos, favorecen el desarrollo cognitivo y neurológico de su hijo.
Entre otros de los factores a considerar es el control o eliminación de alimentos que pueden causar toxicidad y alteraciones neurológicas en el bebé como puede ser la cafeína, bebidas alcohólicas, drogas, cigarrillo, uso de laxantes, abuso de vitaminas y té ó suplementos herbarios.
De acuerdo al trimestre se pueden ir planteando objetivos nutricionales, sobre todo entre las 24 a 28 semanas mantener un control y monitoreo de glicemias y tensión arterial, pues en este período se incrementa el riesgo de presentar diabetes gestacional y preclampsia en madres sobre todo obesas y con antecedentes familiares de importancia, por tanto sugerir el control en su ingesta calórica, cantidad y tipo de carbohidratos consumidos así como en la ingesta de alimentos ricos en sodio (sal), para prevenir alteraciones o problemas de salud.
Por tanto es importante sugerir a toda mujer que quiera planificar o que inicia su embarazo un estilo de vida saludable; que incorpore su control obstétrico-, nutricional con un plan de alimentación individualizado y actividad física regular adaptada a cada trimestre, es lo que garantizará un exitoso embarazo y por ende un felíz término del mismo, un sano crecimiento y desarrollo de su hijo desde su primera etapa de vida.
Fuente de contenido: Msc. Luisa Alzuru
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Luisa es Nutricionista Cíinico y Dietista egresada de la Universidad Central de Venezuela, con Especialización en Nutrición Clínica (Universidad Simòn Bolívar) y Maestría en Nutriciòn (Universidad Simón Bolívar). Es Vicepresidente de la Sociedad Venezolana de Nutrición Enteral y parenteral (SVNP), con experiencia profesional en servicios de nutrición y endocrinología, Miembro de la Asociación Venezolana para el Estudio de la Obesidad (AVESO), Coordinadora del Comité de Nutricionistas de Venezuela para la Federación Latinoamericana de Nutrición (FELANPE), Coautora de Libros de Cocina Ligera y Lonchera Escolar con Amando Scannone, entre otras responsabilidades y actualizaciones nacionales e internacionales relacionadas con su experticia.
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muy buena informacion